Este es el Blog de Rodolfo Jorge Rossi, nacido en la ciudad de La Plata, Argentina.

Cursó estudios en la Facultad de Filosofía y Letras de la U.B.A.

Trabajó en producción de programas radiales con José María Muñoz y Antonio Carrizo.

Ha publicado en el Diario “El Día” de su ciudad natal y en la Revista “Debate”.

Actualmente escribe en “Buenos Aires Tango y lo demás”, que dirigen los poetas Héctor Negro
y Eugenio Mandrini, y en “Tango Reporter” de la ciudad de Los Ángeles, EE.UU.

En 2007 publicó un libro de relatos “Croquis y siluetas familiares”, Editorial Vinciguerra.

Son padrinos celestiales de este sitio Fernando Pessoa, Carlos Gardel y el trompetista Rondinelli.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Lo cacharon en Cacheuta

-Borges, dijo Paredes el poeta del barrio, ¿-Nos podemos sentar con usted?

-Por supuesto, dijo Jorge Luís.

-Nos presentamos, dijo Julio. –Yo soy Paredes, la señora es Malena Verdadera, y el señor es el vidente Locuco. Trabajamos en el relanzamiento de la revista “El alma que canta”.

-Pero que bien, contestó Georgie. –Estoy esperando a Nicanor Paredes, Chiclana y Don Eduardo Arolas. Prometieron que hoy vendrían a saludarme porque tengo un mensaje para ellos.

¿-Eligieron el cielo?, preguntó Malena, la que esconde una esperanza humilde.

-No, están en el infierno pero pueden salir cuando quieren.

Esto que Dios no condene a nadie no esta mal. Pero, en otro orden de cosas Dios es el productor de la inmortalidad, y en eso no estoy de acuerdo. A mi no me gusta seguir siendo Borges después de muerto. Yo siempre soñé con estar muerto para siempre. Como una forma del olvido.

Se abrió la puerta del Café “El Pensamiento” y entraron Paredes, Arolas y Chiclana. Con el sombrero en la mano se sentaron a la mesa y saludaron a todos.

Arolas le preguntó a Malena quien era. La señora contestó que estaban enviados por la revista “El alma que canta”.

-Que bien, dijo Arolas.¿-Necesitan algo de nosotros?

-No, dijo Borges. Yo los convoqué para ver que opinan sobre un hecho curioso que tiene que ver con los soberbios cuchilleros y el peso de la daga silenciosa.

Me invitaron a dar una conferencia a la ciudad de Mendoza, continuó Georgie. –Después de la charla me invitaron a pasear por los alrededores de la ciudad. Llegamos a un triste barrio de casas de adobe, del otro lado de las vías. Uno de los profesores dijo:-Este barrio se llama Cacheuta y es muy peligroso. Hay muchos malevos, y aclaró a continuación que no había verdadero peligro de ser atacado por asesinos y ladrones sino por homosexuales: “Todos los malevos son homosexuales”. Ante mi sorpresa el doctor explicó: “La bicicleta excita al malevo. El movimiento, usted comprende. Además el malevaje es muy inclinado al ciclismo. Si uno va en bicicleta y ve otro de a pie, se ofrece a llevarlo. Los dos se excitan, dejan la bicicleta…Una vez, con el Doctor X vimos a dos malevos en una acequia. El doctor me dijo: “ No hay por que escandalizarse. Total a todos nos gusta”.

Cuando Borges terminó el relato los malevos se miraron entre ellos. Eduardo Arolas rompió el silencio:-Yo nunca practiqué el ciclismo, acotó.

Paredes, enojado, dijo:-Es una ofensa al cuchillero.

Chiclana asintió con la cabeza.

El poeta del barrio, tomó la palabra y preguntó: ¿Dónde fue eso Borges?

-En Cacheuta, Provincia de Mendoza.

-Borges, con todo respeto me permito decirle que lo cacharon en Cacheuta, concluyó.

Los tres guapos exclamaron al unísono:¡-Isa!

Bibliografía:

Borges

Adolfo Bioy Casares

Editorial Destino

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