Este es el Blog de Rodolfo Jorge Rossi, nacido en la ciudad de La Plata, Argentina.

Cursó estudios en la Facultad de Filosofía y Letras de la U.B.A.

Trabajó en producción de programas radiales con José María Muñoz y Antonio Carrizo.

Ha publicado en el Diario “El Día” de su ciudad natal y en la Revista “Debate”.

Actualmente escribe en “Buenos Aires Tango y lo demás”, que dirigen los poetas Héctor Negro
y Eugenio Mandrini, y en “Tango Reporter” de la ciudad de Los Ángeles, EE.UU.

En 2007 publicó un libro de relatos “Croquis y siluetas familiares”, Editorial Vinciguerra.

Son padrinos celestiales de este sitio Fernando Pessoa, Carlos Gardel y el trompetista Rondinelli.

domingo, 7 de febrero de 2010

Eduardo Bianco, el violinista preferido de Hitler

Paul Celan



A fines de 1930 Enrique Cadícamo pasaba la voz a sus amigos tangueros residentes en París: -No hablen de política delante de Bianco porque es informante de la Gestapo.
Sin embargo a Eduardo Bianco le tocó en suerte una vida exitosa.
De chico, influenciado por sus padres, comenzó con estudios de violín; querían que se formase como músico clásico.
Pero el azar y la magia de la noche lo fue llevando hacia el tango, y
a través de éste llegó a París en 1924, lugar soñado por todo tanguero que se precie.
En Europa formó una orquesta que logró imponerse de inmediato.
Fue la célebre agrupación Bianco-Bachicha que hacía furor en el Cabaret Palermo, en Place Pigalle.
Un año después formó su propia agrupación, y realizó giras por Europa, África del Norte, Estados Unidos y el Asia.
Bianco tocaba el violín, el bandoneón, cantaba, y hasta tuvo su propia editorial musical en París.
Le gustaba el bacanaje a este rosarino nacido en 1892, que cultivaba con esmero la relación con reyes, políticos y aristócratas.
Ese gran mundo lo volvía loco.
En 1929 compuso el tango “Plegaria”, que años después lograría triste fama; se lo dedicó “A su Majestad El Rey Alfonso XIII”.
1931 fue el año de “Evocación”, otro tango, en cuya primera hoja dice: “A su excelencia Don Benito Mussolini.”
Ya había conocido la obra de otra estrella rutilante del momento.
Contaba Bianco: -Actué durante casi dos años en la Unión Soviética, y el Mariscal Stalin en persona me felicitó luego de mi actuación en Moscú. Nos invitó a cenar a su datcha, desde donde maneja el país con mano de hierro. Para concluir:-Hacía ruido con la sopa. Un hombre vulgar.
Al realizar una gira por Alemania en 1936 quedó deslumbrado por la obra de Adolfo Hitler.
Presentó su orquesta en Berlín y entre el público estaba el Dr. Joseph Goebbels acompañado de Magda, su mujer. Quedaron hechizados por el sonido del violín de Bianco. Luego de la actuación se acercaron al camarín para saludarlo y Goebbels le propuso tocar para Hitler.
El concierto ante el Fuhrer fue un éxito total.
-El tango reemplaza con creces al jazz decadente, dicen que dijo Don Adolfo al término de la velada, mientras abrazaba eufórico a Goebbels.
Un edecán se dirigió a Bianco y le pidió partituras que el músico cedió gentilmente.
“Plegaria” se convirtió en el tango preferido de Hitler. Cuando Goebbels se enteró le dijo a su mujer:-Yo sabía que Adolfo era un sentimental.
Miles de copias se imprimieron para ser repartidas en las bandas de música de la Wehrmacht, y a través del ejército alemán el tango llegó a los campos de concentración.
“El trabajo los hará libres”, lucían los carteles en la entrada de Dachau, Buchenwald y Auschwitz.
En 1942 un judío rumano llamado Paul Antschel es alojado en el campo de trabajo de Janowska. El joven, después de sobrevivir al horror, trascenderá como poeta con el nombre de Paul Celan.
En 1947 Celan publicó “Tangoul mortii”, (Tango de la muerte), que había escrito cuando fue liberado por el ejército rojo.
Paúl Celan señaló que el poema se refería a la música que interpretaban las orquestas en los campos de exterminio. Se trataba de tango, y entre estos el que más gustaba a los S.S. era el llamado “Tango de la muerte”.
Este sonaba en el campo mientras los judíos eran conducidos a la cámara de gas.
El escritor español José Ángel Valente, biógrafo de Celan, precisa que ese tango, conocido entre los prisioneros como “El tango de la muerte” no era otro que “Plegaria”, de Eduardo Bianco.
Hay más pormenores sobre el tango en el Holocausto.
Nos referimos al libro del escritor polaco M.R.Frenkiel, titulado “Esto es un asesinato”.
Frenkiel también señala “Plegaria” como la música que acompañaba a los judíos a la muerte.
Cuando el ejército nazi comienza la retirada de la Unión Soviética, Bianco se da cuenta que tiene que irse de Alemania. Él y toda su orquesta son detenidos en Innsbruck. Don Eduardo se pega un susto soberano y comienzan sus problemas respiratorios.
Puede retornar a la Argentina en diciembre de 1943.
En Buenos Aires realizó un par de conciertos, pero su salud estaba resentida.
Al poco tiempo de su regreso y por consejo de amigos se radicó en Comodoro Rivadavia, Provincia de Chubut, donde el clima frío y seco podría llevar alivio a sus pulmones.
En un viaje a Buenos Aires, realizado para una revisación de rutina en el Hospital Tornú, muere durante un feroz ataque de asma en octubre de 1959.
Paul Celan lo sobrevivió 11 años.
Se arrojó al Sena desde el puente Mirabeau en 1970.
Dejó una carta dirigida a su hijo que decía
:-Ciégate para siempre: también la eternidad está llena de ojos.


Bibliografía:
Julio Nudler.
Tango judío.
Del ghetto a la milonga.
Editorial Sudamericana. 1998.

Plegaria. El tango de la muerte:

http://www.youtube.com/watch?v=VUDtqMbo4ko