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martes, 28 de diciembre de 2010
Nietzsche, Vidalita, y el eterno retorno
El Sr. Musante, el tanguero que volvió de la muerte, en la reunión de la Cátedra, escupió:-En el café “El Pensamiento” conocí al filósofo alemán Federico Nietzsche.
-Un hombre interesante, acotó Julio Paredes, el poeta del barrio.
-Dijo que Dios había muerto, señaló Malena.
-Más interesante todavía porque acertó, irrumpió el tordo Laferlita.
¿-Cómo que acertó? Respondió enojada Malena, la que esconde una esperanza humilde.
-El Dios malo y vengativo que sostiene el Vaticano y sus secuaces sabemos ahora que no es el verdadero. Los que estuvimos en el Paraíso, y usted vino con nosotros para los eventos del Bicentenario, sabemos que Dios es bueno y no condena a nadie, respondió el vidente Locuco.
-Malena, usted pasó de ser la inspiradora de Homero Manzi a convertirse en el personaje más reaccionario de la Cátedra. De lo nuestro lo peor, señaló Julio Paredes.
-Soy maestra normal del partido de San Martín, católica, y estoy de acuerdo con el Papa en cuanto a condenar el casamiento gay, contestó Malena.
-El Papa está en contra del matrimonio gay porque la Iglesia que usted defiende perdió el monopolio de la homosexualidad, señaló Paredes y agregó:-Queremos que el Sr. Musante nos hable de Niestzsche.
-Nietzsche comparte la mesa con Carlos Gardel, del cual es gran admirador.
También es muy amigo del Cafiolo Vidalita, unos de los protagonistas del tango “El Ciruja”.
¿-Son amigos? Preguntó incrédulo Paredes.
-Grandes amigos. Están en el café todas las tardes. Niestzsche tradujo “El ciruja” al alemán y Gardel lo canta en el simpático idioma de Don Adolfo.
Continuó el Sr. Musante:-Federico dice que el Cafiolo Vidalita es el fiel representante de la doctrina de los ciclos, conocido también como la del eterno retorno.
Vidalita es un hombre inteligente y entiende a la perfección lo que dice el filósofo. Gardel los mira divertido y a veces canta algún tanguito. Cuando “El Zorzal” se retira se constituye Jorge Luis Borges.
A Niestszche no le tiene simpatía pero se engancha con el Cafiolo porque le recuerda a los viejos guapos de Palermo.
Borges le preguntó al filósofo como había surgido la doctrina de los ciclos y Nietzsche le contestó:-Platón formuló en el “Timeo” este argumento: “si los períodos planetarios son cíclicos, también la historia universal lo será; al cabo de cada año platónico renacerán los mismos individuos y cumplirán el mismo destino. Yo soy el principal divulgador de estos argumentos que además puedo demostrar de manera algebraica”.
Además Platón expresó: “El cuerpo humano es el carruaje; el yo, el hombre que lo conduce; el pensamiento son las riendas, y los sentimientos los caballos”.
-Y en la moto, la carrocería es uno, agregó el Cafiolo.
Circunstancia que aprovechó Georgie para preguntar: ¿-Y usted Vidalita, qué papel juega en todo esto?
Respondió:-El presente es de todos. Nadie pierde el pasado ni el porvenir, pues a nadie pueden quitarle lo que no tiene. Quien ha mirado lo presente ha mirado todas las cosas.
Siguió el Sr. Musante:-Ahí Don Nietzsche adujo: “Yo quiero hombres que sean capaces de aguantar la inmortalidad. Si uno pretende una larga paz antes de renacer, piensa mal.
Propongo la inmortalidad como un deber, con la lucidez atroz del insomnio. El no dormir crucifica a los melancólicos, y yo padecí esa crucifixión. Tuve que buscar la salvación en el hidrato de cloral.
Es que no conocía el tango. Cuando elegí el Cielo y conocí a Gardel junto al Cafiolo mi vida o mi muerte, como más le guste, fue otra, y recuperé el sueño perdido.”
Habló el Cafiolo:-Federico me convenció que como Walt Whitman, yo debía enamorarme de mi destino. Ahora no anhelo favores sino estar acá para, en el momento oportuno, volver a la vida, y así por los siglos de los siglos.
-Y cuando vuelva a la vida que le va a pasar, pregunto Borges.
-El ciruja volverá a matarme, no se olvide que es listo para el tajo.
Interrumpió Paredes y preguntó al Sr Musante: ¿-En el Paraíso lo vio al ciruja?
-No, eligió Infierno y me han dicho que se pasa el día en la vereda de cara al sol.
¿-Y el Cafiolo cuándo regresa a la vida? Inquirió el tordo Laferlita.
El Sr. Musante contesto con seguridad:-En cualquier momento. Él sabe que su destino es repetir una historia hasta el fin de los tiempos.
Bibliografía:
Jorge Luis Borges
Historia de la eternidad
EMECÉ 1953